¿Es recomendable lavarse el pelo todos los días?

Lavarse el cabello parece una de esas actividades que se hacen por inercia. Algo tan básico que no hay que pensar mucho en eso. Aunque la realidad es que un gran número de personas planifica su vida en función de qué días de la semana va a ocurrir este evento. Porque, lógicamente, si vas a hacer ejercicio un lunes, ese es el día que te vas a lavar el cabello, pero si sales el viernes a la noche, te lo lavas el sábado (aunque cada quien aplique una lógica diferente en función de su día a día). Pero ¿qué ocurre cuando haces ejercicio y sudas a diario?, ¿en qué casos es bueno lavarse el pelo todos los días? Si alguna vez has estado en este escenario y no sabes qué es mejor para tu salud capilar, te lo contamos a continuación. 

¿Cada cuántos días hay que lavarse el pelo?

Hay personas que cuando hacen ejercicio casi no sudan, y otras que solo con moverse un poco ya empiezan a sentir calor. Cuando haces ejercicio diariamente y eres de esas personas que sudan (más aún si tienes una melena larga), lavarse el cabello todos los días se siente casi como una necesidad, porque el pelo ya está mojado del sudor natural. Pero hacer este proceso todos los días no solo quita tiempo (especialmente en invierno donde hay que usar secador sí o sí), sino que también puede perjudicar a tu cuero cabelludo

No existe una regla universal que determine cuántas veces a la semana hay que lavarse el pelo. Porque la frecuencia depende de varios factores, incluyendo el tipo de cabello, la actividad de las glándulas sebáceas, las condiciones ambientales y el estilo de vida de cada persona. Una persona con el cabello graso y una persona con el cabello seco no van a necesitar la misma frecuencia de lavado. Para entender un poco mejor, especificamos las recomendaciones generales del Instituto Quirúrgico Capilar para cada caso: 

Cabello graso

Para quienes tienen cabello graso, la clave está en equilibrar la necesidad de eliminar el exceso de sebo sin sobreestimular las glándulas sebáceas. Los champús formulados específicamente para cabello graso pueden ayudar a controlar la producción de aceite. Es recomendable lavar este tipo de cabello cada uno o dos días, pero siempre con productos suaves que no irriten el cuero cabelludo. Con un cabello graso puedes combinar un champú suave con un champú neutro (sin parabenos, alcoholes o sulfitos), para evitar que se reseque el cabello. Los champús más agresivos pueden provocar el efecto contrario y aumentar la producción de grasa.

Cabello seco

Si tienes un cabello seco, es mejor no lavarlo en exceso, ya que es necesario retener tanto sebo natural como sea posible para mantenerlo hidratado. Para este tipo de cabello, lavar una o dos veces por semana es suficiente. Utiliza champús hidratantes y acondicionadores ricos en aceites nutritivos como el de argán. Esto ayuda a mantener el cabello nutrido y lo protege contra la sequedad. 

Cabello mixto

El cabello mixto es un poco más complejo, porque el cuero cabelludo es graso pero las puntas son secas. Por eso necesita un cuidado especializado para equilibrar ambas condiciones. En estos casos, es preferible lavarse el cabello cada dos días con un champú para cuero cabelludo graso, aplicando el producto solo en las raíces y usando acondicionador solamente en las puntas.

Cabello rizado

El cabello rizado casi parece que tiene vida propia y cuenta con sus propias reglas. Aquí incluso puede influir el grosor del cabello o el tipo de rizo. En líneas generales, este tipo de cabello suele ser más seco, porque el aceite natural tiene dificultades para desplazarse a lo largo de los rizos, pero esto hace que también aguante más tiempo limpio. Por eso, puedes lavarlo cada 3-4 días, con productos específicos para este tipo de cabello que hidraten y definan sin apelmazar los rizos.

Cabello teñido

Este tipo de cabello también necesita cuidados adicionales para mantener el color vibrante y evitar el daño. Es recomendable lavar el cabello dos veces por semana y usar productos específicos para cabello teñido, para prolongar el color. Además, es preferible lavarse el cabello con agua tibia en lugar de caliente para evitar que se desvanezca rápidamente. 

¿Es beneficioso lavarse el pelo todos los días? 

¿Qué pasa si me lavo todos los días el cabello?, ¿se ensucia más?, ¿se reseca más? Estos son algunos de los mitos más comunes que escuchamos sobre si lavarse el pelo diariamente es bueno o no. Y la respuesta es que… no hay una respuesta definitiva. Si lavas el cabello con demasiada frecuencia puedes resecarlo y que esté opaco, pero si sueles acumular grasa rápidamente y no te lavas el pelo lo suficiente, puede generar mal olor y escamas. 

Así que para saber cada cuánto es recomendable lavarse el cabello, debes considerar tu tipo de cabello y, sobre todo, tu actividad física. Si haces ejercicio todos los días y sudas (especialmente en el caso de los runners), es necesario limpiar el cabello de las toxinas y sustancias derivadas del sudor. Además, un exceso de humedad en el cuero cabelludo puede producir irritaciones. Si sueles aplicarte productos como lacas o geles para hacer peinados, también es importante lavar el cabello con frecuencia para que no se acumulen estos residuos. 

En definitiva, como explica la Academia Española de Dermatología y Venereología, si necesitas lavarte el cabello todos los días recuerda utilizar los productos adecuados para tu tipo de cabello, alterna con champús neutros y evita frotar en exceso porque puede producir irritación.

Cómo saber qué tipo de cabello tengo

Ya mencionamos que es importante saber qué tipo de cabello tienes para tener una idea de cada cuánto hay que lavar el pelo; además de tener en cuenta otros factores externos como el clima (si hay humedad o no), la estación del año (nunca es lo mismo verano que invierno), entre otros. 

Y aunque puedes saber de forma intuitiva el tipo de cabello que tienes (ya que si se engrasa rápidamente es claramente un cabello graso, y si te cuesta mantenerlo humectado será un cabello seco), para tenerlo claro, esto es lo que el Instituto Médico Dermatológico recomienda mirar

La textura:

  • Cabello grueso. Este cabello es denso y puede ser difícil de manejar debido a su volumen y grosor. Puede resistir bien el día a día, pero puede ser rebelde al peinar. 
  • Cabello normal. Tiene un grosor medio y generalmente es fácil de manejar y peinar. Es manejable y resistente a partes iguales. 
  • Cabello delgado. Es más sensible y normalmente puede irritarse fácilmente con tratamientos químicos. Aunque es fácil de peinar, normalmente tiene poco volumen y se daña más fácilmente. 

El sebo o la oleosidad

  • Cabello seco. Produce menos sebo de lo necesario, por eso este tipo de cabello se enreda, se rompe fácilmente y normalmente tienes las puntas ásperas.
  • Cabello mixto. Como mencionamos, es una combinación de dos mundos. Generalmente la raíz es grasa y las puntas son secas. 
  • Cabello graso. Normalmente suele tener una apariencia brillante, lacia y con poco volumen, porque produce más sebo del necesario. 

Su forma

  • Cabello lacio. Este tipo de cabello puede variar en sebo, grosor y textura. Ya que hay muchos tipos de pelo lacio y también influyen las condiciones genéticas particulares. Generalmente, es más resistente y se puede lavar con frecuencia. 
  • Cabello rizado. Se reconoce fácilmente por sus rizos en forma de S, que son elásticos y bien definidos. Normalmente es un cabello fino, por eso necesita cuidados especiales. 
  • Cabello ondulado. No se debe confundir con el cabello rizado, ya que aunque parezcan sinónimos, no lo son. El ondulado también tiene una forma similar a una S, pero es menos definida. Aunque normalmente es fino y con poco volumen, también puede ser grueso y con mucho frizz
  • Cabello enroscado o ensortijado. Los rizos son muy apretados, con una textura áspera y que se enredan fácilmente. Necesitan de un cuidado muy delicado porque se pueden dañar fácilmente durante el lavado, peinado o alisado. 

Cómo lavar el pelo correctamente

Cuando se trata del cabello, mientras más cosas se tengan en cuenta, mejor. Por eso, además de saber todo lo que ya hemos comentado, es igual de importante saber cómo lavar el pelo correctamente. Estas son las recomendaciones del Instituto Español para hacerlo: 

  • Antes de la ducha. El primer error ocurre incluso antes de meternos a la ducha, ya que normalmente nunca cepillamos el cabello antes de mojarlo. Pero además de desenredarlo y evitar dolores de cabeza a la hora de peinar, también estimula la circulación del cuero cabelludo y facilita la distribución uniforme del champú.
  • No exageres con la cantidad. Es normal pensar que mientras más producto utilizamos, más limpio quedará. Pero este es el principal error. No hace falta usar medio envase de champú para limpiar mejor el cabello. Además, usar champú en exceso hace más difícil el enjuague completo y puede dejar residuos que opacan el cabello. La cantidad ideal es la del tamaño de una moneda, ajustando según la longitud y densidad.
  • Champú adecuado. Ya lo hemos mencionado, pero es importante usar un champú que se ajuste a las necesidades específicas de tu cabello, ya sea para controlar el frizz, aumentar el volumen, tratar el cuero cabelludo graso, o simplemente mantener el cabello normal. 
  • Aplica el champú con técnica. Cuando apliques el champú, concéntrate en masajearlo en el cuero cabelludo y no tanto en las puntas de tu cabello, ya que arriba es donde se acumula la mayoría de la grasa y residuos. Importante: usa las yemas de los dedos para aplicar presión en movimientos circulares. No hace falta darle con la palma de la mano ni frotar tan fuerte que te lastime el cuero cabelludo. 
  • Acondicionador. Hoy en día casi no leemos las instrucciones de nada. Pero, si miras en detalle, tu acondicionador indica el tiempo que debes dejar reposar el producto para que los ingredientes nutran tu cabello. Así que tan importante como es aplicarlo, (no en el cuero cabelludo, sino en las puntas y a lo largo) es dejarlo actuar. 
  • Enjuague. Tómate tu tiempo para asegurar que todo el champú y el acondicionador se han ido y que no hay ningún residuo. 
  • Secado. En verano el cabello se puede secar rápidamente al natural, que es lo ideal. Pero en invierno es imposible que se seque sin la ayuda de un secador. Si vas a usar un secador, asegúrate de aplicar protector de calor antes para proteger el cabello del calor directo.

¿Lavarse el pelo con agua fría o caliente?

Un último paso para lavar tu cabello correctamente es usar la temperatura del agua adecuada. Tal como informa el Instituto Médico Dermatológico, lavar el pelo con agua fría tiene beneficios, especialmente para el cuero cabelludo, ya que mejora la circulación sanguínea. Esto significa que más nutrientes y oxígeno llegan a los folículos pilosos, por lo que el cabello crece más sano y con mejor aspecto. 

Sin embargo, aunque bañarse con agua fría en verano no suena como una mala idea, hacerlo en invierno es equivalente a la tortura. Así que, a menos que tus niveles para soportar temperaturas bajas sean muy buenos, no es factible lavarse el pelo con agua fría todo el año. Pero, por suerte, no hay que preocuparse demasiado. Ya que usar agua caliente tampoco es inherentemente malo (a menos que esté tan caliente que no sabes si te vas a derretir en el proceso), aunque sí que podría aumentar el frizz. Lo ideal es buscar un punto medio con agua fresca para estimular la circulación sin pasar frío. Y recuerda siempre no tomar duchas demasiado largas, para ahorrar en el consumo de agua

Ahora que sabes si lavarse el pelo todos los días es bueno o no, puedes organizar tu agenda personal y social más fácilmente. Recuerda adaptar la frecuencia de lavado a tu tipo de cabello y utilizar productos que te ayuden a mantener un pelo sano. Y, aunque cuidar el cabello es importante, no dejes de lado otras actividades de autocuidado, para sentirte bien por dentro y por fuera.

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